Todas las historias de animales migratorios son apasionantes; más aún en nuestros días. Sin embargo el viaje que te quiero explicar es extraordinario. Es un viaje largo, de más de 7000 km, que empieza en Canadá y termina en México. El viajero es un animal de 10 centímetros y medio gramos de peso. ¿Adivinas? Estoy hablando de las mariposas monarca.
La razón del viaje te parecerá evidente. Las mariposas migran hacia México después del verano para sobrevivir. Cuando el calor ya no es tan intenso, y los rayos de sol no son tan vibrantes, las monarcas se marchan hacia otras latitudes para evitar el riesgo de sufrir heladas. Ten en cuenta que ni las mariposas monarca ni ninguno de sus estadios previos (huevo, larva o crisálida) sobrevivirían un invierno gélido. La pregunta es: ¿cómo pueden viajar tantos miles de kilómetros unos animales tan frágiles sin haber hecho nunca antes el camino? En realidad, es un viaje del que todavía nos quedan muchos interrogantes. Hay varias razones para explicar dicha migración. Una teoría dice que migran por intuición. Como he dicho las bajas temperaturas pueden ser otra causa, y la senectud de las plantas donde ponen los huevos, o la menor intensidad y las pocas horas de sol pueden ser otras. También lo puede ser, la dependencia de un néctar de las flores, cada vez más escasas, y con química variante.
Cada año hay 4 generaciones de mariposas monarca. Cada generación vive entre dos y seis semanas. Bueno, en realidad, viven hasta 6 semanas las que nacen y mueren en el norte de Estados Unidos o en Canadá. Pero la cuarta generación, la que nace en septiembre, vive 8 meses. Las mariposas de la cuarta generación no sólo son más longevas, además tienen más envergadura, tienen las alas más grandes, acumulan más grasa y tienen una misión: llegar al sur (donde las temperaturas y la humedad son altas). Al comenzar la migración, las mariposas monarcas entran en un estado de dormancia (diapausa) para minimizar las actividades biológicas. La dormancia, en las mariposas monarca, no es un estado de reposo total como se puede pensar. Las mariposas usan la diapausa para hacer este viaje tan duro hasta llegar a las zonas de donde pasarán los meses de invierno, allí sí en reposo. Las zonas de reposo son muy concretas y siempre las mismas: reserva en Angangueo, Michoacán, México, en Pacific Grove en la Alta California o el sur de Florida. Para poner un ejemplo de cómo de localizada es el reposo invernal, Brower describió en 1977, 14.000 millones de mariposas en 1.5 Ha de bosque en México. Justamente esta gran agrupación de las mariposas monarca es precisamente su peligro principal. ¿Qué pasa cuando talamos los árboles donde reposan y destrozamos el hábitat? Como en el caso de los colibríes (te recomiendo el artículo sobre colibríes de abril 2016), la pérdida de hábitat es uno de los principales peligros que sufren las mariposas monarcas. Afortunadamente en Pacific Grove se han decretado periodos de protección. Y también en México, el número de individuos permite ser optimistas a pesar de que todavía nos encontramos en un 30% por debajo de lo que se consideraba normal hace unas pocas décadas.